"Hacemos un llamamiento para que se establezca un plan nacional de salud respiratoria estructurado, ambicioso y con respaldo político".

En Francia, más de 10 millones de personas viven con una enfermedad respiratoria crónica. Asma, enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC), cáncer de pulmón, apnea del sueño, enfermedades raras como la fibrosis quística, hipertensión pulmonar, fibrosis pulmonar… sin olvidar las infecciones ligadas a micobacterias tuberculosas y no tuberculosas, que también constituyen un problema de salud pública creciente. Estas enfermedades, algunas de las cuales son prevenibles o cuyas complicaciones podrían limitarse, siguen aumentando. En un contexto marcado por el envejecimiento de la población, la persistente contaminación atmosférica y las persistentes desigualdades sociales en materia de salud, la prevalencia de las enfermedades respiratorias sigue creciendo, a pesar de sus importantes consecuencias humanas y económicas. Por eso, damos la voz de alarma: en lo que respecta a la salud respiratoria, las cifras no han aumentado.
La salud respiratoria es un problema importante de salud pública, pero sigue estando insuficientemente integrada en las políticas públicas. La prevención sigue siendo insuficiente, los sistemas de atención suelen estar fragmentados, las vías de atención están mal coordinadas y la acción pública adolece de una grave falta de visión estratégica.
En un informe publicado en 2024 , el Tribunal de Cuentas deplora esta falta de claridad y coherencia general. Sus conclusiones son inequívocas: reforzar la prevención, mejorar la detección precoz y adaptar la gestión de las enfermedades respiratorias crónicas reduciría su frecuencia y la gravedad de las complicaciones, evitando al mismo tiempo numerosas y costosas hospitalizaciones de urgencia. Se trata de un imperativo vital para los pacientes y un factor esencial de eficiencia, crucial para un sistema sanitario bajo presión. Cabe recordar que el Seguro de Enfermedad estima el gasto en la gestión de las enfermedades respiratorias crónicas en 3.700 millones de euros, cantidad a la que se suman 3.000 millones de euros para el cáncer de pulmón, lo que suma un total de 6.700 millones de euros para todas las enfermedades respiratorias. Se trata de un gasto público en constante aumento, cuyo impacto real no se mide debido a la falta de indicadores específicos. Todos estos son desafíos que subrayan la urgencia de una acción concertada.
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Le Monde